¿Podemos vivir un Black Friday sostenible? Green Friday y otras alternativas interesantes
El próximo 25 de noviembre se celebra el Black Friday, el ‘Viernes Negro’, el día internacional de las compras por excelencia que da el pistoletazo de salida a la campaña de Navidad. En esta jornada, miles de marcas, tanto en tiendas físicas como online, ofrecerán importantes descuentos.
Este año, el ‘Viernes Negro’ viene marcado por la incertidumbre y la contención económica ante la escalada de precios. Por ello, se prevé que los consumidores aprovechen con más fuerza si cabe las ofertas de esta campaña, especialmente en Internet. Según datos del ‘Informe Black Friday 2022‘, realizado por Webloyalty, el gasto online para ese día crecerá un 25% este año respecto a 2021 y el tique medio ascenderá hasta los 160 euros.
Pero, aunque algunas de estas compras lo sean por necesidad en un contexto inflacionista como el actual, ¿lo serán todas? ¿Realmente utilizaremos todos los productos que vamos a adquirir o muchos de ellos quedarán, una vez más, arrinconados en un cajón tras el subidón por estrenarlos?
¿Qué es el Green Friday?
Frente al consumo compulsivo que representa el Black Friday, nacido en Estados Unidos para celebrar el inicio de las compras navideñas justo un día después del Día de Acción de Gracias, en 2015 surgió, también en ese país, su alternativa verde: el Green Friday, que tiene lugar el mismo día que su antagonista.
Se trata de un movimiento que invita a la reflexión para que, a la hora de comprar, nuestro comportamiento sea, no solo más consciente, evitando gastos innecesarios, sino también más responsable desde un punto de vista medioambiental. Así, en líneas generales, el Green Friday promueve una compra con cabeza en la que apostemos por productos reciclados, de segunda mano o artesanales, preferiblemente en el pequeño comercio.
Eso si nos decidimos a comprar, porque puede que no necesitemos nada y lo mejor que podemos hacer es dejar la tarjeta en su sitio y evitar sacarla para dejarla tiritando al adquirir cosas que realmente no nos hacen falta.
¿Qué empresas practican el Green Friday?
Esta iniciativa más ecológica y sostenible parece haber venido para quedarse en nuestro país, pues ya son muchas las marcas que se suman al Green Friday.
Ejemplo de ello, es una firma de muebles que aprovecha estas fechas para que sus clientes den una segunda vida a su mobiliario viejo. También encontramos a operadores de telefonía que ofrecen descuentos especiales al comprar nuevos dispositivos si se entrega el antiguo smartphone, tableta, consola o incluso smartwatch.
Otras marcas no apuestan por el Green Friday como alternativa sostenible al Black Friday, sino que directamente reniegan del ‘Viernes Negro’ y de todo lo que le rodea. Así, una conocida marca española de moda sostenible, vuelve a posicionarse este año contra la compra desaforada que representa el Black Friday, ofreciendo opciones respetuosas con la naturaleza: reorganizar el armario e intercambiar la ropa, repararla, reciclarla o donarla.
¿Cómo participar como empresa en citas alternativas al Black Friday?
Más allá de la cuenta de resultados de las empresas, este consumo excesivo en la recta final del año tiene importantes consecuencias medioambientales. El aumento de los residuos por los embalajes -plásticos o cartones- de los productos adquiridos o por los que se desechan tras un corto uso, o el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero asociado al transporte de mercancías, son algunos de los efectos directos más relevantes de este tipo de eventos globales.
En un contexto en el que cada vez más consumidores reclaman un compromiso con la sostenibilidad a las empresas, cada vez son más las organizaciones que apuestan por un cambio de modelo en el que no se trata de consumir más, sino menos y mejor, pues hacerlo sin control tiene un precio demasiado alto.
Para las empresas que desean sumarse a ello y ser palanca de cambio, hay numerosas alternativas, desde optar por enfoques moderados, como el del Green Friday, promoviendo una economía circular, hasta impulsar el anti- Black Friday, renunciando a los descuentos en los productos.
También se pueden aprovechar estas fechas para lanzar iniciativas con fines sociales, como el llamado Good Friday, el Black Friday solidario. Así, se puede destinar parte de lo obtenido en las ventas, manteniendo el precio habitual, a personas en riesgo de exclusión social, a colectivos con algún tipo de discapacidad o a la financiación de proyectos en el ámbito de la educación, la sanidad o para la reactivación del mundo rural.
Green Friday, anti-Black Friday, Good Friday… El objetivo no es otro que instar al consumo racional y con propósito, frente al impulsivo con implicaciones ambientales, climáticas y sociales poco o nada deseables.
