¿Qué es la metodología Agile y qué tipos existen?

Con más de 20 años de historia, las conocidas como metodologías Agile nacieron en el contexto de las empresas de software con el objetivo de reducir los plazos de entrega de los encargos. 

Para combatir esta problemática y garantizar resultados de mayor calidad surgieron unas formas de trabajo más rápidas y ágiles, de ahí su nombre. 

Índice:

1. Definición de la metodología Agile
2. Características de la metodología Agile
3. Tipos metodologías Agile más usadas
4. Beneficios de aplicar metodologías Agile a tu proyecto
5. Los 12 principios del Manifiesto Agile

Definición de la metodología Agile

Aunque en sus inicios nació como una forma de agilizar los plazos de funcionamiento de las empresas informáticas, la metodología Agile se ha convertido en toda una filosofía laboral que ofrece una nueva forma de organizarse y compartimentar el trabajo. 

Flexibilidad, adaptabilidad y colaboración son los pilares sobre los que se asientan estas prácticas, centradas en ofrecer a los clientes una respuesta rápida a los posibles cambios que surjan durante el proceso.  

Los principios sobre los que se asienta la metodología Agile pasan por valorar la comunicación con los individuos por encima de los protocolos de trabajo establecidos, atender a los cambios antes que seguir estrictamente el plan inicial y dividir el proyecto en partes que deben completarse a corto plazo.

Características de la metodología Agile

Todas las características de la metodología Agile tienen como objetivo fomentar la flexibilidad, agilidad y adaptación a las necesidades de cada proyecto. En general, este tipo de forma de trabajar se caracteriza por:

• Cambio: la metodología Agile se abre a las modificaciones que puedan surgir en el proceso de desarrollo, con una gran flexibilidad para adaptarse a todas las circunstancias que vayan apareciendo.
• Colaboración: la comunicación con el cliente es fundamental para desarrollar esta metodología. La interacción se convierte en algo tan importante como los propios resultados del proyecto. De este modo, se va adaptando a las necesidades. Esto también garantiza una retroalimentación constante.
• Compartimentación: la metodología Agile se basa en una división del proyecto global en partes que se resuelven a corto plazo para garantizar una progresiva entrega de las tareas. Esto también permite ir validando los resultados a medida que se avanza.
• Equipos: el trabajo Agile se realiza en equipos muy estructurados y organizados que tienen la misión de completar sus propias tareas.

Tipos metodologías Agile más usadas

Con las bases de la flexibilidad, la adaptación y la rapidez, existen diferentes tipos de metodología Agile, con enfoques y prácticas específicos que permiten adaptarse a los diferentes proyectos. 

Algunas de ellas son las metodología Crystal, Lean Development, Cascada o Desarrollo orientado a las características (FDD), pero son Scrum, Kanban y Extreme Programming (XP) las metodologías Agile más utilizadas. 

Scrum 

Es la metodología Agile más popular, centrada en la gestión de proyectos mediante acciones denominadas ‘sprints’, que son básicamente las subtareas en las que se divide la tarea global. 

A cada uno de estos ‘sprints’ se le asigna un plazo de resolución de entre dos y cuatro semanas y cuentan con objetivos específicos. Al finalizar cada uno de estos intervalos el equipo debe evaluar el progreso y los resultados obtenidos. 

En su favor, es una metodología que aporta una gran flexibilidad a los procesos y que fomenta la colaboración entre todos los miembros de un equipo. En su contra, no es la más idónea para grandes compañías. 

Kanban 

Otra de las metodologías Agile más usadas es Kanban, que ofrece una mayor visualización del flujo de trabajo. Su origen se sitúa en el ámbito de la industria, pero se ha adaptado a todo tipo de sectores. 

La principal herramienta con la que se trabaja es el Tablero Kanban, en el que se dividen las tareas en columnas según el estado en el que se encuentran (por hacer, en progreso o completada). 

En este caso, el proyecto no se divide como lo hace en Scrum, sino que se enfoca en ofrecer una visualización completa del trabajo para optimizar los recursos y ver qué tareas son prioritarias.

Su principal ventaja es que ayuda a identificar los cuellos de botella y optimizar el flujo; sin embargo, si no se realiza correctamente, puede resultar un tanto desorganizada.

Extreme Programming 

En el caso de Extreme Programming (XP), su objetivo principal es mejorar la calidad del proyecto y la capacidad de respuesta al cambio dando especial importancia a la comunicación con el cliente. 

Esta metodología Agile fue creada en la década de los 90 por Kent Beck y, aunque se divide en tareas cortas como lo hace Scrum, prioriza los comentarios del cliente para adaptar el proceso a sus intereses y necesidades. 

En este sentido, es una metodología más práctica y adecuada a proyectos en los que es probable que el cliente vaya cambiando sus demandas. Su principal ventaja es que, al someterse a la evaluación continua, los resultados finales están garantizados.

Beneficios de aplicar metodologías Agile a tu proyecto

La aplicación de metodologías Agile a los proyectos ofrecen una serie de ventajas que impactan positivamente en la eficiencia, los resultados y el funcionamiento del equipo: 

• Adaptación: estas metodologías están diseñadas para adaptarse a los cambios que vayan surgiendo en el proceso y eso permite responder con rapidez a las necesidades del cliente. 
• Retroalimentación: las metodologías Agile están continuamente sometidas a evaluación y eso permite obtener una retroalimentación constante de los resultados para garantizar una meta exitosa.
• Comunicación: la comunicación con el cliente es también continua y eso le hace sentirse valorado y ver que la empresa se preocupa por sus necesidades. De este modo, mejora su satisfacción y fidelidad a la empresa.
• Garantías: al estar sometidos a evaluación constante, los proyectos tienen unas altas garantías de éxito, puesto que cada paso se va analizando y completando para poder avanzar. Asimismo, también se garantiza una mayor calidad del servicio. 
• Equipo: las metodologías Agile no se realizan de forma individual y eso contribuye a aumentar el compromiso del equipo al hacer a todos los trabajadores parte activa de la toma de decisiones.

Todas estas ventajas convierten a las metodologías Agile en herramientas muy efectivas en entornos dinámicos y sectores sujetos a cambios continuados.

Los 12 principios del Manifiesto Agile

El Manifiesto Agile fue redactado por un grupo de expertos en desarrollo de software a comienzos del siglo XXI. Esta guía se sustenta en cuatro valores y 12 principios de actuación. 

Los valores son: 

• Individuos e interacciones por encima de procesos y herramientas.
• Software funcionando por encima de documentación exhaustiva.
• Colaboración con el cliente por encima de negociaciones.
• Respuesta al cambio por encima de seguir un plan.

Con estos pilares como base, los 12 principios del Manifiesto Agile son: 

1. La mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de las tareas comprometidas.
2. Se acepta que los requisitos cambien, incluso en etapas tardías del desarrollo. Los procesos Agile aprovechan el cambio para proporcionar ventaja competitiva al cliente.
3. Se entrega valor al cliente frecuentemente, entre dos semanas y dos meses, con preferencia al periodo de tiempo más corto posible.
4. Los responsables de negocio y los desarrolladores trabajan juntos de forma cotidiana durante todo el proyecto.
5. Los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que necesitan, y confiarles la ejecución del trabajo.
6. El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de desarrollo y entre sus miembros es la conversación cara a cara.
7. El software funcionando es la medida principal de progreso.
8. Los procesos Agile promueven el desarrollo sostenible. Los promotores, desarrolladores y usuarios debemos ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida.
9. La atención continua a la excelencia técnica y al buen diseño mejora la agilidad.
10. La simplicidad, o el arte de maximizar la cantidad de trabajo no realizado, es esencial.
11. Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos autoorganizados.
12. A intervalos regulares, el equipo reflexiona sobre cómo ser más efectivo para, a continuación, ajustar y perfeccionar su comportamiento en consecuencia.

A partir de estos principios, la metodología Agile se convierte en una herramienta fundamental para dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual, especialmente en entornos tecnológicos, industriales e innovadores, muy sujetos al cambio y la adaptabilidad.