Tipos de energías renovables: ¿cuáles hay y cuáles puedes utilizar en tu empresa?
Existen muchos tipos de energías renovables, aunque no todas pueden ser usadas por las empresas. ¿Cuáles sí están a su alcance? ¿Cuáles pueden ser instaladas por las pymes? Repasamos algunas formas de energía verde en las que las compañías pueden entrar.
Índice:
- ¿Qué son las energías renovables?
- Características de las fuentes de energías renovables
- ¿Por qué utilizar energías renovables en mi empresa?
- ¿En qué se diferencian las energías renovables de las energías no renovables?
- Diferencias entre energía renovable, energía verde y energía sostenible
- Ejemplos de energías no renovables
- Ventajas del uso de las energías renovables
- ¿Qué energías renovables puedo utilizar en mi empresa?
- ¿De cuánto es el ahorro según el tipo de energía renovable usada?
- Inconvenientes del uso de las energías renovables
- Futuro de las energías renovables en España
¿Qué son las energías renovables?
Las energías renovables son aquellas que no dependen de recursos finitos. Como ya se vio en el artículo de si puede una empresa comprar energía ‘sostenible’, las fuentes de energía renovable son la fotovoltaica, la eólica, la mareomotriz y la geotermia. A estas se le suma la aerotermia, considerada ‘energía renovable’ por el Parlamento Europeo en 2009 debido a su elevadísima eficiencia.
Características de las fuentes de energías renovables
La característica fundamental de una fuente de energía renovable es que no se agota en su explotación. Puede ser verdaderamente inagotable, como el viento o la irradiancia solar, o lo suficientemente abundante como para que no se termine jamás, como el calor bajo la corteza terrestre.
¿Por qué utilizar energías renovables en mi empresa?
Usar energías renovables en la compañía tiene varios beneficios directos que merece la pena considerar:
- Ahorros importantes. Aunque las inversiones iniciales pueden ser elevadas y la amortización ‘lenta’, el ahorro a largo plazo es notable.
- Cero emisiones locales. En el caso específico de retirar calderas de combustión en pro de la aerotermia (se explicará más adelante), se evitan emisiones de gases de efecto invernadero, compuestos orgánicos volátiles y partículas en suspensión. Por lo tanto, trabajadores y vecinos se benefician.
- Mejora de la imagen corporativa. Un informe de Capgemini destaca que el 79 % de los consumidores están cambiando sus preferencias de compra basándose en criterios de responsabilidad social, inclusividad o impacto medioambiental. Es una tendencia marcada.
¿En qué se diferencian las energías renovables de las energías no renovables?
La diferencia fundamental entre energía renovable y energía no renovable es que la segunda se agota con su uso. Una fuente de energía renovable no tendrá, por tanto, pico de extracción. Por ejemplo, el petróleo tiene el pico de Hubbert, alcanzado hacia el año 2000. Como el petróleo que queda es cada vez más costoso de extraer, se reduce su producción.
De hecho, las fuentes de origen renovable tienen una propiedad fascinante que no tienen las no renovables: la curva de experiencia (no confundir con curva de aprendizaje), esto es, el abaratamiento y aumento de la eficiencia con el tiempo. La Ley de Swanson muestra la curva de experiencia en el precio de la fotovoltaica:
Diferencias entre energía renovable, energía verde y energía sostenible
Aunque a menudo se intercambian, lo cierto es que las etiquetas renovable, verde y sostenible aluden a diferentes conceptos. Ya se ha visto cómo la energía renovable es aquella obtenida de fuentes virtualmente inagotables.
La energía verde es más compleja por su marco legal, y no es igual en todas partes, ni en todo momento. En general, energía verde es toda aquella que no tiene impacto (aunque esto es imposible) o que impacta menos.
Tradicionalmente, se ha asociado verde con ‘que no emite CO₂’, y en 2022 se reconoció la energía nuclear de fusión como verde hasta 2045, es decir, acotada en el tiempo porque no emite CO₂, que es lo más crítico para descarbonizar, pero sí impacta.
El concepto de energía sostenible es de nuevo esquivo, por su complejidad. Sostenible es aquello que «satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades» («Nuestro futuro común» Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1987).
Una planta de energía de carbón podría ser sostenible si solo hubiese una en el mundo, porque su impacto sería muy bajo. Pero su uso masivo es insostenible. Algo similar ocurre con el gas natural, la energía nuclear o los biocombustibles.
Ejemplos de energías no renovables
La fuente de energía no renovable por excelencia son los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), que provienen de biomasa de hace millones de años. Estas presentan el problema de que no son verdes: emiten CO₂.
Los combustibles nucleares de fisión son otro tipo de fuente de energía no renovable. En Europa será verde unas décadas para ayudar a la descarbonización, pero luego volverá a su catalogación previa debido a los residuos que genera. No ocurre así con los combustibles nucleares de fusión, porque son el deuterio, el tritio y a veces el helio.
Los biocombustibles (llamados también agrocombustibles) son teóricamente renovables, pero no renovables en la práctica debido a la falta de suelo para cultivar. Tampoco son sostenibles porque exigen arrasar con más biodiversidad. Al emitir CO₂, tampoco son verdes. Pero son interesantes como combustible de transición al ser menos contaminante que otros.
Ventajas del uso de las energías renovables
El uso de energías renovables será crítico en la sostenibilidad de la humanidad. Su impacto no es nulo (una planta fotovoltaica ocupa espacio que podría ser resilvestrado), pero al ser inagotables al menos no se esquilman los recursos naturales. Esta es su principal ventaja.
Además, por lo general, las energías renovables no suelen emitir CO₂, es decir, son verdes en carbono. Es el caso de la fotovoltaica, la solar térmica, la eólica o la mareomotriz. Si se considera el agrocombustible como renovable, su ventaja es que emite menos dióxido de carbono que la alternativa.
Las energías renovables suelen ser ubicuas. Sol hay en todos los países habitados en mayor o menor medida, y lo mismo ocurre con el viento, no así con la hidráulica (casi una veintena de países no tienen ríos) o la mareomotriz. Es por ello que la eólica y la fotovoltaica se han desarrollado más. Además, y quizá lo más importante para su adopción, las energías renovables son muchísimo más baratas que las no renovables. Generar energía con aerogeneradores o placas fotovoltaicas es mucho más barato que hacerlo mediante gas natural, carbón, solar térmica, nuclear o agrocombustible.
¿Qué energías renovables puedo utilizar en mi empresa?
Una pyme puede instalar varios tipos de energía verde en su local. Ordenadas según la facilidad de implantarlas y coste creciente, estas son:
1. Aerotermia, energía renovable
La aerotermia es un sistema por el cual se usa la energía contenida en el aire del exterior para climatizar el interior (tanto en modo frío como en modo calor) y, en el caso de aerotermia aire-agua, de calentar Agua Caliente Sanitaria (ACS).
La instalación de aerotermia aire-aire puede hacerse mediante los clásicos splits que se ven en los hogares (más asequible pero algo menos eficiente) o con conductos instalados en falsos techos (más costoso pero con una mayor eficiencia).
La instalación de aerotermia aire-agua puede usar los radiadores de agua si ya se tienen en la empresa, y es la forma más eficiente de aerotermia que existe, aunque también la más cara, especialmente si se opta por suelo radiante.
2. Placas fotovoltaicas, captando el sol
Las placas solares son el tipo de energía sostenible más conocido de todos y uno de los más sencillos de implementar. Basta una fachada o tejado con orientación adecuada para realizar una instalación modesta. Que sea modular ayuda mucho a implantarlo, ya que no es necesario un desembolso inicial elevado y siempre es posible ampliar capacidad si se dispone de espacio.
3. Aerogeneradores eólicos, si hay viento
Prácticamente igual de asequible que la fotovoltaica, pero bastante más complicado de instalar son los generadores eólicos. Estos necesitan espacio, generalmente en azotea o tejado y que haya un mínimo de viento constante, pero su mayor barrera son las ordenanzas urbanas en materia de retranqueo.
4. Geotermia, difícil de instalar
Con diferencia, la más cara en inversión pero la más asequible a largo plazo. Tiene la pega de que no todas las ubicaciones permiten su instalación y, cuando es posible, la obra requerida es costosa. Para una mayor eficiencia, este sistema exige el excavado de un pozo (captación vertical) o un gran área disponible (captación horizontal) sobre la que establecer zanjas. Las pymes rara vez podrán optar a ella, motivo por el que no se incluirá en el siguiente apartado.
¿De cuánto es el ahorro según el tipo de energía renovable usada?
No todas las energías renovables presentan las mismas tasas de ahorro porque no todas funcionan de la misma forma. De hecho, algunas llegan a complementarse de tal forma que usarlas combinadas presenta sinergias.
1. Aerotermia, altas tasas de ahorro
La aerotermia tiene eficiencias de más del 300 % en climatización: por cada 1 kWh eléctrico consumido para alimentar la máquina, esta devuelve más de 3 kWh de calor o frío. Tanto el ‘COP’ (rendimiento calorífico) como el ‘EER’ (rendimiento frigorífico) son mayores que la unidad, por lo que el coste de funcionamiento es mucho mayor que la alternativa de combustión.
2. Fotovoltaica, más asequible que el mix
En 2014 se alcanzó la paridad de red solar en España, y desde entonces es más asequible producir energía eléctrica con paneles solares que comprarla del mix eléctrico. El periodo de amortización es de aproximadamente seis años, y teniendo en cuenta que las placas suelen durar 25 años, supone un buen negocio.
3. Generador eólico en azotea
La amortización de la energía eólica es un poco más larga, aunque con el actual precio eléctrico y del gas bajará notablemente esta cifra que puede superar la década. Como esta energía alcanzó la paridad de red en la década del 2000, son inversiones que traerán ahorros a largo plazo.
Ya sea en una modalidad u otra, las empresas pueden optar a muchos tipos de energías renovables. La energía sostenible puede ser instalada en varias modalidades, e incluso combinar varias para maximizar sus características. Por ejemplo, poner placas solares a modo de toldo en la fachada y pasar la climatización a aerotermia.
Inconvenientes del uso de las energías renovables
El principal inconveniente del uso de las energías renovables suele ser la generación irregular (no todos los días hace el mismo viento, no todos los días hay las mismas nubes) por lo que a menudo hay que diseñar parques sobrecapacitados.
Además, el almacenamiento de energía es complejo (excepto en solar térmica de concentración, que calienta un tanque de sales por encima de los 600 grados centígrados) y es necesario recurrir a baterías. Esta desventaja se resuelve sola. El precio de las baterías cae drásticamente.
Tampoco hay que despreciar el efecto que puede tener una fuente renovable sobre el terreno. Por ejemplo, la generación hidráulica exige inundar parte de un valle, y recientemente hay protestas debido a grandes campos de fotovoltaica. Pero no existe problema a la hora de instalarla en un tejado, toldo estático o pared propia.
Futuro de las energías renovables en España
El porcentaje de cobertura de la demanda de las renovables en España no ha dejado de aumentar desde principios de siglo. Si entonces rondaba el 20 %, en 2020 superó el 44 % tal y como informa Red Eléctrica Española. En 2022, más del 58 % de la potencia instalada ya era renovable, y subiendo.
En España, y en el resto del mundo, las renovables son el futuro pero también el presente, ya sea mediante grandes plantas o consumo distribuido.
Se espera que la potencia instalada de energía renovable siga en aumento, y que la cobertura de la demanda haga lo propio unos puntos por debajo. Mientras tanto, todas las empresas pueden colaborar, instalando fotovoltaica en sus superficies libres.
