¿Puede una empresa comprar energía sostenible?
Con la liberalización del mercado energético las empresas pueden elegir consumir energía sostenible. Hito que puede alcanzarse contratando una tarifa a comercializadoras con certificados verdes o de Garantía de Origen (GdO). Ahora que los clientes persiguen un consumo más responsable, es un buen momento para plantear esta inversión en sostenibilidad.
Índice
- ¿Es la energía verde un factor de competitividad?
- ¿A qué se llama ‘energía verde’?
- ¿Qué es un certificado de energía verde?
- ¿De verdad solo llega a la empresa energía renovable?
- ¿Puede una pyme instalar autoconsumo eléctrico?
¿Es la energía verde un factor de competitividad?
Según el libro blanco ‘Las 10 principales tendencias globales de consumo para 2021’, de Euromonitor Internacional, el consumo responsable es una tendencia en auge por parte de ciudadanos que persiguen “estilos de vida limpios”. Los hábitos de consumo cambian en busca de un menor impacto. Algunos ejemplos:
- Alimentos locales y de temporada.
- Etiqueta Ecolabel en productos de tecnología.
- Empresas socialmente responsables y de comercio justo.
- Marcas que consumen solo energía verde.
Todas las encuestas muestran una tendencia clara: el consumidor medio persigue ser más responsable con su entorno. Especialmente los más jóvenes, como la generación X, los millennials (Y) y los centennials (Z). Las decisiones empresariales orientadas en esta línea cobrarán más peso durante los próximos años.
¿A qué se llama ‘energía verde’?
En su libro ‘El futuro de la energía’ (2018), el experto en energía Pedro Fresco afirma que “existe bastante confusión con los términos «energía renovable», «energía alternativa» y «energía limpia» porque a menudo se usan como términos equivalentes”. En Europa, cuando se habla de energía verde se hace referencia únicamente a fuentes de energía renovables.
En esta normativa europea se incluyen las clásicas fotovoltaica (placas solares), eólicas (turbinas de viento), mareomotriz (alternadores oceánicos) y geotermia (aprovecha el calor del subsuelo). La lista también engloba la combustión de productos vegetales como la biomasa y los biocombustibles, aunque el uso de estas últimas es controvertido y el objetivo a largo plazo es que no aparezcan en el mix energético.
¿Qué es un certificado de energía verde?
Cuando una empresa o particular contrata su suministro con una operadora que solo comercializa energía verde, puede solicitar su certificado de energía verde para mostrarlo a clientes o proveedores, o para presentarse a certámenes que lo exijan. Los clientes están cada vez más preocupados por reducir su impacto, y a la hora de elegir una u otra empresa, esto puede ser un punto crucial.
Los certificados de energía verde, formalmente llamados GdO, son un tipo de certificado ambiental expedido por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que garantiza que la energía suministrada es de origen renovable. Se puede solicitar este documento a la comercializadora que vende energía, aunque es frecuente que lo publiquen.
¿De verdad solo llega a la empresa energía renovable?
Una duda frecuente entre consumidores es cómo es posible que la energía verde ‘sepa’ a qué comercios debe ir y a cuáles no, estando todos conectados a la red eléctrica. La realidad es que no lo ‘sabe’. Pongamos que una pyme de Andalucía contrata energía verde y tiene un consumo mensual de 560 kWh. ¿Significa eso que todos los electrones de esos 560 kWh vienen de energía renovable?
Técnicamente, no, pero esos kilovatios hora verdes sí están siendo consumidos por alguien en otro lugar, probablemente junto al punto de generación. Y eso es lo relevante. La pyme contrata la energía a la comercializadora, que a su vez la compra a un parque fotovoltaico, por ejemplo en Galicia. Este parque vierte la energía a la red, pero tiene poco sentido trasladarla por todo el país.
En su lugar, las empresas próximas al punto de generación energética son las que consumen los electrones verdes, mientras que la pyme de Andalucía consume la energía que le viene de la red. En otras palabras: comprando energía de origen renovable, se logra que esta sea generada y consumida, aunque por coherencia el consumo se realiza cerca de la instalación.
¿Puede una pyme instalar autoconsumo eléctrico?
Una alternativa a la contratación de energía eléctrica verde para una empresa que busque ser sostenible es su producción in situ. Por ejemplo mediante placas solares en fachada, tejado en suelo urbano o el techo de una nave industrial. ¿Se puede colocar una instalación solar fotovoltaica sobre la propia empresa?
Con excepción de fachadas protegidas, ordenanzas en contra o estatutos de la comunidad que especifiquen lo contrario, los dueños de un local tienen libertad para realizar instalaciones fotovoltaicas en su fachada o tejado. Lo más probable es que no haya ninguna normativa en contra, y que baste con un estudio técnico presentado ante el Ministerio de Industria.
En el caso de que no sea posible realizar este tipo de instalaciones sobre el local —no contar con permisos, ser inviable a nivel técnico, carecer de luz suficiente, etc.—, también es viable el autoconsumo alquilando un tejado cercano. La legislación permite este tipo de instalaciones que funcionan mediante compensación: se puede consumir ‘gratis’ todo aquello que se vierte a la red.