Fiscalidad y legalidad · 6 minutos de lectura

Previsión de rendimientos netos de autónomos: cómo ajustar tu base de cotización en 2025

Previsión de rendimientos netos de autónomos: cómo ajustar tu base de cotización en 2025
Imagen: Pichsakul Promrungsee (Getty Images)

Desde la entrada en vigor del sistema de cotización por ingresos reales, los trabajadores autónomos en España deben calcular y comunicar una previsión de rendimientos netos para determinar su base de cotización. En 2025, esta previsión no solo impacta en cuánto se paga cada mes a la Seguridad Social, sino que también influye en posibles regularizaciones futuras. Elegir una base inadecuada puede suponer pagar de más, o tener que abonar diferencias importantes al final del ejercicio.

  1. ¿Qué es la previsión de rendimientos netos y por qué es clave para los autónomos?
  2. Nuevo sistema de cotización por ingresos reales: cómo funciona en 2025
  3. Flexibilidad en la cotización: hasta seis cambios al año
  4. Cómo comunicar tus rendimientos netos a la Seguridad Social
  5. Regularización anual: ajustes según los ingresos reales

¿Qué es la previsión de rendimientos netos y por qué es clave para los autónomos?

La previsión de rendimientos netos es una estimación de los ingresos reales que un autónomo espera obtener durante el año, una vez descontados los gastos deducibles vinculados a su actividad. Esta cifra sirve de referencia para encuadrarse en uno de los tramos establecidos por la Seguridad Social y así calcular la cuota mensual.

En 2025, esta previsión adquiere un papel central: es la base sobre la que se elige el tramo de cotización y, por tanto, la cuota que se paga mes a mes. Si el rendimiento real al cierre del año difiere de lo previsto, la Tesorería General de la Seguridad Social aplicará una regularización automática, exigiendo la devolución o el abono de la diferencia según corresponda.

Una previsión realista permite:

  • Evitar desequilibrios financieros a final de año.
  • Acceder a coberturas adecuadas según la base elegida.
  • Ajustar mejor las cuotas en función de la situación económica real del autónomo.

Por ello, no se trata solo de una cuestión administrativa, sino de gestión económica estratégica para quien trabaja por cuenta propia.

Nuevo sistema de cotización por ingresos reales: cómo funciona en 2025

Desde 2023, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) aplica un sistema de cotización basado en los ingresos reales del autónomo, en lugar de permitir elegir libremente la base. En 2025, este sistema ya está plenamente implantado y contempla 15 tramos de rendimientos netos mensuales, que determinan la base mínima y máxima por la que se puede cotizar en cada caso.

El funcionamiento es el siguiente:

  • El autónomo realiza una previsión anual de sus rendimientos netos.
  • En función de esa cifra, la Seguridad Social asigna el tramo correspondiente.
  • Dentro de ese tramo, se puede elegir una base dentro del rango permitido (mínima o máxima).
  • La cuota mensual se calcula aplicando los tipos correspondientes a la base elegida.

Los rendimientos netos se calculan a partir de los ingresos menos gastos deducibles, aplicando posteriormente una reducción del 7% (o del 3% para autónomos societarios). Este ajuste pretende aproximar los rendimientos reales a una base más representativa de la capacidad económica del trabajador.

Esta nueva fórmula busca mejorar la equidad del sistema, adaptando las cotizaciones a la realidad económica de cada profesional. Pero también implica una mayor responsabilidad a la hora de estimar ingresos, ya que una previsión inadecuada puede derivar en ajustes no deseados al final del ejercicio.

Flexibilidad en la cotización: hasta seis cambios al año

Una de las ventajas del nuevo sistema de cotización por ingresos reales es la posibilidad de ajustar la base de cotización hasta seis veces al año, en función de la evolución de los ingresos. Esta flexibilidad permite a los autónomos adaptar sus cuotas a su situación económica con mayor agilidad y previsión.

Los cambios pueden realizarse en los siguientes periodos oficiales establecidos por la Seguridad Social:

  1. Solicitudes presentadas hasta el 28 de febrero: efectos desde el 1 de marzo.
  2. Hasta el 30 de abril: efectos desde el 1 de mayo.
  3. Hasta el 30 de junio: efectos desde el 1 de julio.
  4. Hasta el 31 de agosto: efectos desde el 1 de septiembre.
  5. Hasta el 31 de octubre: efectos desde el 1 de noviembre.
  6. Hasta el 31 de diciembre: efectos desde el 1 de enero del año siguiente.

Cada cambio implica presentar una nueva previsión de rendimientos netos y elegir la base de cotización dentro del tramo correspondiente. Esta herramienta resulta especialmente útil para actividades estacionales, fluctuaciones en la facturación o situaciones puntuales de incremento o reducción de ingresos.

Por ejemplo, un profesional del turismo puede cotizar por una base más baja durante el invierno y elevarla en los meses de verano, cuando su facturación es mayor. Así, ajusta su cuota a su capacidad económica real sin comprometer su liquidez en los meses de menor actividad.

Eso sí, aunque el sistema es más flexible que nunca, se recomienda planificar con antelación y evitar cambios innecesarios o impulsivos. Recordemos que la base de cotización también determina el cálculo de prestaciones como la incapacidad temporal, la maternidad o la futura pensión de jubilación. Por tanto, elegir una base mínima puede reducir la protección en caso de contingencia.

Cómo comunicar tus rendimientos netos a la Seguridad Social

La previsión de rendimientos netos debe comunicarse a través de la plataforma Import@ss de la Seguridad Social, que permite a los trabajadores autónomos gestionar su base de cotización de forma digital y sencilla. Este trámite es obligatorio tanto al darse de alta en el RETA como cada vez que se quiera modificar la base o el tramo de cotización.

El proceso incluye los siguientes pasos:

  1. Acceder al portal Import@ss con certificado digital, Cl@ve PIN o vía SMS.
  2. Seleccionar la opción “Modificar datos de trabajo autónomo”.
  3. Introducir la nueva previsión de rendimientos netos anuales.
  4. Elegir la base de cotización dentro del tramo que corresponda.
  5. Confirmar y firmar la solicitud electrónicamente.

Una vez tramitado el cambio, la Seguridad Social actualizará automáticamente la cuota y emitirá los recibos con la nueva base desde la fecha de efecto correspondiente.

Es importante conservar una justificación razonable de la estimación realizada (por ejemplo, previsiones de facturación, gastos recurrentes, evolución del negocio en años anteriores, etc.), ya que esta previsión se contrastará más adelante con los datos fiscales reales.

Además, en caso de error o necesidad de ajuste, el sistema permite corregir la previsión en cualquiera de las seis ventanas de cambio habilitadas durante el año.

Regularización anual: ajustes según los ingresos reales

Al finalizar cada ejercicio fiscal, la Seguridad Social cruza los datos declarados por el autónomo con los ingresos reales comunicados por la Agencia Tributaria. Si existe una diferencia significativa entre la previsión y los rendimientos reales, se aplica una regularización automática.

Este proceso puede implicar:

  • Devoluciones si el autónomo ha cotizado por encima de lo que le correspondía.
  • Reclamaciones de pago si la base elegida fue inferior al tramo que le correspondía según sus ingresos reales.

Por ejemplo, si un autónomo ha cotizado durante todo el año por una base de 950 euros (cuota aproximada de 300€/mes), pero sus ingresos reales corresponden a un tramo con una base mínima de 1.220 euros (cuota de unos 385€/mes), deberá abonar la diferencia: en este caso, 85€ al mes por 12 meses, es decir, 1.020€ en total.

La regularización no se aplica de forma inmediata: suele realizarse a lo largo del segundo semestre del año siguiente, una vez la Agencia Tributaria ha remitido los datos fiscales consolidados.

Cabe destacar que esta revisión:

  • No conlleva sanción, siempre que se haya actuado de buena fe.
  • Puede fraccionarse el pago si resulta una deuda.
  • Implica una devolución automática en caso de exceso, sin necesidad de solicitud expresa.

Además, en situaciones específicas como la pluriactividad o cuando se han realizado varios cambios de tramo durante el año, la Seguridad Social calculará el ajuste de forma proporcional, teniendo en cuenta los distintos períodos y bases cotizadas.

Por ello, realizar una previsión ajustada y revisar periódicamente la evolución de ingresos es clave para evitar sorpresas en la regularización y mantener una cotización equilibrada con la realidad económica del negocio.

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